Hay un camino, por el que tantas veces me he perdido
avanzando sobre mis huellas antiguas
sabiendo desde el inicio, cual sería mi destino.
¡Pero hay tanto placer en verte correr!
tanto... que inventaría nuevas excusas
para imaginar un cielo diferente: cada vez.
Hoy estas junto al río, corazón,
con los pies remojándose en las sábanas
como aquel que viene de lejos, cantando las mismas melodías,
¡yo me las sé! y las canto con la alegría de un niño imaginario.
Si hubieras visto sus ojos... si tus manos hubiesen tocado sus manos
si tu aliento se hubiese mezclado con el aroma de sus cabellos
si hubieses sido tú y no yo...
otra sería la historia, corazón.
Yo lo sé... ella ve lo que escribo con las nubes,
voltea sorprendida cuando el viento le lleva
quizá de golpe mis más tiernos pensamientos.
Ella sabe, porque nos vió... porque fuimos capaces de admirarla.
¡Y es que hay tanto placer en sentirte libre!
tanto... que caminaría junto al río siempre
a pesar de las canciones, a pesar de la misma y gran probabilidad.
Quédate tranquilo, hicimos lo correcto.
Capm.
1 comentario:
Hola Carlos!
Pecioso poema,
Hace tiempo que no hemos estado en contacto, y queria decirte, por si no lo sabes, que has participado en una exposición promovida por Lena, en las Açores. Portugal
Si pinchas en el enlace de mi blog podras ver fotos de la exposición.y el catalogo.
Un beso muy fuerte
Maru
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