Mientras se siga confundiendo el quehacer artístico con la elaboración manual de objetos decorativos, es decir, mientras se mantenga la ilógica supremacía de la parte ante el todo, nunca se le dará a la ‘vivencia’ artística el lugar que le corresponde en el proceso impostergable del aprendizaje del niño y el adolescente. Proceso que no sólo tiene su espacio en la etapa inicial de la vida sino que proporciona, precisamente por ello, los “materiales” con los que el futuro individuo contará para su autoconstrucción personal y para su desenvolvimiento en la vida y en la sociedad.
Cuando un niño o adolescente tiene la oportunidad de enfrentar un desafío, automáticamente algo se mueve dentro de él, una reacción en cadena de estímulos y respuestas que termina por lo general en un florido jardín de posibilidades, de alternativas, de afrontar la necesidad de tomar decisiones… y todo eso, a raíz de un reto.Y los desafíos más nutritivos no son tanto los que vienen de afuera, sino lo que pueden ser extraídos de su propia cotidianeidad, de su medio ambiente.
El arte es un océano en el que todos pueden navegar, opino que hay que empezar por ser honestos y a través de esa transparencia ir creando vínculos, transmitiendo vida, energía que no puede darse si no brota de uno mismo con la misma naturalidad que la poesía, la música o la amistad.
capm.
2 comentarios:
O_o Gracias por pnernos en tu blog!
claro publiq fotos en las q salen otros alumnos menos yo! como pudo ahcer eso profe!!! como se le ocurre preferir q salgan ellos y yo no! se pasa ehª!ª!ª antonella :)
Publicar un comentario